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En el mercado se comercializan tres tipos de baterías para sistemas solares:
A continuación compartiremos contigo sus diferencias.
Una batería, también llamada acumulador o pila, es un dispositivo compuesto por celdas electroquímicas que pueden convertir la energía química de su interior en energía eléctrica. Esta energía eléctrica es de corriente continua, ya que viaja de una parte de la batería a otra, o entre el polo negativo y positivo.
El funcionamiento de las baterías de plomo se basa en una reacción química que tiene lugar entre el plomo y el ácido sulfúrico. Esta produce una diferencia de potencial entre los bornes de la batería en los terminales metálicos, permitiéndonos obtener energía al conectarnos a un circuito eléctrico.
Las baterías pueden ser abiertas, las cuales demandan un mantenimiento periódico y el ajuste del nivel del electrolito con agua destilada; o pueden ser selladas y libres de mantenimiento, sin embargo, esto no significa que se puedan instalar de cualquier manera, no se pueden voltear, debido al riesgo de un derrame con las consecuencias que ello implica.
Estas baterías ofrecen descargas de capacidades muy altas por fracciones cortas de tiempo, por ello son utilizadas para el encendido de motores, donde hay una demanda muy grande de corriente por periodos cortos de tiempo.
Una batería de gel, es una batería sellada cuyo electrolito está inmovilizado en un gel de silicio que no es líquido y el material del separador es el mismo que el de las baterías AGM, fibra de vidrio.
Las baterías de gel son muy útiles para instalaciones solares aisladas y muy recomendables para usos de una gran exigencia donde la batería se convierte en un elemento indispensable para el buen funcionamiento de los dispositivos a los que se quiere alimentar.
Las baterías en gel son ideales para aplicaciones de descargas de baja intensidad por largos periodos de tiempo, por ello pueden ser para uso con inversores, estas mantienen la carga por más tiempo si son bien almacenadas, tienen mejor rendimiento a temperaturas bajas y mayor capacidad de entrega de corriente.
Las baterías de gel son más costosas que las de plomo-ácido líquidas, pero tienen una mayor durabilidad.
Una batería AGM, es una batería sellada plomo-ácido y cuyo electrolito va inmovilizado en unos de los separadores de fibra de vidrio, de ahí su nombre por las siglas en inglés para “Absorbed Glass Material”. Dentro hay ácido sulfúrico líquido, que se encuentra en la fibra de vidrio del separador.
Las baterías AGM, utilizan un separador de fibra de vidrio con silicato de boro para absorber el electrolito (ácido sulfúrico). Como son baterías selladas, no vierten su contenido. No necesitan mantenimiento (rellenar con agua destilada como las baterías abiertas de plomo-ácido líquido) y regulan su presión interna mediante válvulas (VRLA).
Las baterías AGM pueden ser un poco más económicas que las baterías en gel y tienen un rango de aplicación muy grande, pues pueden ser utilizadas tanto en aplicaciones que demanden descargas muy altas por periodos cortos de tiempo, como en aplicaciones donde la descarga sea de baja intensidad por periodos muy largos de tiempo.
En Energía & Potencia dentro de su portafolio puede brindarte baterías AGM marca Tecnigreen entre 35Ah y 250 Ah, baterías marca MTEK entre 30Ah y 340 Ah.
Las soluciones de bombeo solar se están convirtiendo en una opción importante a la hora de planear la producción en nuestros campos, esto debido a la rentabilidad en el proceso de consumo, ya sea de energía eléctrica o de combustibles y la disponibilidad de los recursos naturales como son el agua y el sol, esto para generar energía eléctrica que permita transportar el agua de un lado a otro. El bombeo del preciado recurso a bajos costos y sin costosos mantenimientos, a futuro nos permitirá obtener los beneficios y ganancias, tan esperados por los esfuerzos iniciales de la inversión y trabajo de la tierra.
Día a día, crece el número de personas que le apuestan a la energía solar en su hogar por diferentes razones, incremento del valor de la energía eléctrica, por eficiencia, tamaño, distancia o por encontrar una iniciativa amigable con el medio ambiente que permita disminuir nuestras emisiones y pueda contribuir a la lucha contra el calentamiento global.